martes, 30 de diciembre de 2014

Porque es Navidad...

La Navidad. Esa época del año que todos esperamos con ilusión, ya sea por unas razones o por otras... Ese momento de reencuentro, de diversión, de cariño... Esa curiosa mezcla de sensaciones que tanto nos gusta y tanto ansiamos durante el resto del año, aunque algunos lo nieguen con fervor... En el fondo, a todos nos gusta sentir la Navidad...

                               

Viajar en el coche con la familia y cantar juntos al son del disco navideño que cada año ve la luz solo por unos días, pero que nadie se atreve a cambiar por otro distinto...
Abrazar a los familiares y amigos que hacía tiempo que no veías, sentir su cariño, su afecto, su emoción al tenerte entre sus brazos...
Pasear por las calles repletas de rostros felices y satisfechos, mientras contemplas los refulgentes motivos navideños que revisten farolas, escaparates, cornisas, y todo aquello que pueda ser engalanado, y escuchas el incesante murmullo de la vitalidad y el jolgorio, que suele acompañar estas fechas y que revitaliza el espíritu...
Recordar tu niñez y tus travesuras infantiles e inocentes al contemplar el Belén y el árbol que, sin ningún tipo de variación, tus abuelos rescatan del altillo para que participen por unos días de la vida casera que les rodea...
Descorchar la botella de cava y sentir en la garganta el jugoso burbujeo de la refrescante bebida navideña, tras brindar y pedir por todos aquellos a los que quieres...
Deslizarse por la pista de hielo con tus amigos, mientras sus risas, sus bromas, sus pequeños tropiezos y caídas, su incondicional apoyo para que no seas tú la que cae al frío, te rodean y se graban en tu recuerdo...
Encontrar debajo del árbol unos regalos que, solo pensando en tí, los Reyes Magos han querido obsequiarte para que nunca pierdas la ilusión o la esperanza y te sientas, de nuevo, como un niño, quienes son los creyentes incondicionales de todo lo que conforma su mundo...
Contemplar el resplandeciente rostro de los más pequeños al vitorear la cabalgata del cinco de enero, y darte cuenta de que cuando eras como ellos tú también te dejabas la piel en cada instante vivido, y no en planes futuros o recuerdos del pasado...
Enlazar con orgullo alrededor de tu muñeca aquella pulsera de color rojo que tu abuela te regaló hace ya tiempo, para empezar el nuevo año con una prenda del color de la suerte... 
Congregarse alrededor de la televisión y tomar doce uvas en familia, pensando de verdad que si el ritual se lleva a cabo de la forma adecuada viviremos después el mejor año de nuestras vidas...
Volver a ver Love Actually por enésima vez, a modo de invocación para que también tú vivas una de esas historias de amor, terrenales pero a la vez cargadas de magia...
Degustar el sabor tradicional del turrón, de la torta, de los mazapanes, del calendario de chocolate, del roscón, que sabes que sólo vas a probar por esas fechas aunque no entiendas del todo el motivo...
Recibir las felicitaciones de los amigos que conservas en otros lugares, quienes con ello te insuflan un gran regocijo pues sabes que han pensado en tí, que no te olvidan, que de alguna forma te tienen presente en esos momentos tan personales del año, de la misma forma que tú les tienes presentes a ellos...

Al margen de lo que la Navidad significa para los creyentes, ésta es una época especial para todo el mundo, o casi, pues de alguna forma, sea por el aura de ilusión que se respira en el ambiente, sea por las reuniones y reencuentros, algo sucede en estas fechas... Algo mágico, algo inexplicable que nos lleva a comportarnos de distinta manera a la que estilamos el resto del año. No sé qué será, pero definitivamente, es algo especial y único... No nos resistamos a ello. No le pongamos barreras. No cerremos la puerta a este ánimo renovador. Dejemos que ésto nos invada por completo,  pues es una forma de recargar las pilas y las fuerzas para empezar el próximo año de una forma mejor, o, al menos, limpia de las cargas que arrastrábamos del año anterior... 
Yo creo que se trata de la mezcla que acabo de describir, esa miscelánea de sensaciones que únicamente se viven por estas fechas pero que nos hacen renacer y depurar nuestros demonios... Dejo el debate abierto... ¿creéis que me he dejado alguna otra experiencia que se cuela en nosotros por estas fechas y que es importante para comenzar otra página del libro de nuestra vida?

Tras toda esta complicada reflexión navideña (me siento nostálgica estos días) os deseo felices fiestas y próspero año nuevo... de corazón. Os añado además un vídeo que BBC preparó en octubre para felicitar las navidades, y que utilizando el famoso tema de The Beach Boys, God Only Knows,  y a numerosos cantantes reconocidos, consiguió llegar a sorprendernos por su variedad y por su imaginativa fotografía, que transmite esa ilusión e inocencia que alberga la connotación de la palabra Navidad.