“Abrió un ojo verde, e impasible me miró un instante y volvió a cerrarlo…”
Así concluye un libro fantástico del que pude disfrutar hace poco: “El cuento número trece”, de Diane Setterfield. Se trata de su debut como novelista; sin embargo, al deslizarme a través de sus líneas, tuve la sensación de estar leyendo a un escritor experimentado, un clásico.
Y es que, cuando saboreé la primera página, ya me resultó imposible desengancharme. Su magistral forma de escribir me transportó en un mágico instante a la mansión Angelfield, donde las astutas gemelas jugaron con mis sentimientos: me provocaron tristeza, terror, suspense, alegría… todo en estas 473 páginas.
En ellas se narra la historia de Vida Winter, una afamada escritora quien, sabedora de que se marchará pronto de este mundo, contrata a Margaret Lea, una joven biógrafa, con el objetivo de revelarle sus secretos más oscuros. Por lo tanto, cada vez que ambas se reúnen en la biblioteca de Winter, se produce un “flashback”, que nos transporta a la ya mencionada mansión Angelfield. En ella, varias generaciones de esta extraña familia han dejado su huella, pero todo se vuelve todavía más excéntrico y decadente cuando llegan las gemelas March, quienes se hacen desde muy pronto con el control de la casa y siembran problemas y misterio allá donde dirigen sus pasos.
No puedo revelar más detalles. Si deseáis conocer a las traviesas gemelas pelirrojas y a la ruinosa mansión Angelfield, os recomiendo sin lugar a dudas que devoréis “El cuento número trece”. Os aseguro que merece la pena descubrir todo lo que nos ofrece: personajes cuyos perfiles entretejidos, sin dejar cabo suelto, despiertan el misterio y la intriga; la mezcla de situaciones con un terrorífico suspense y momentos de gran belleza descriptiva; diálogos trabajados que captan la atención y que a veces han de leerse entrelíneas; y la particular atmósfera que envuelve a la novela en general, dándole una belleza solemne típica de los clásicos del siglo XIX.
“El cuento número trece” ya ha sido alabado por multitud de críticos literarios. Personalmente, solo espero que Diane Setterfield nos vuelva a ”atrapar” con un nuevo y magnífico “cuento”, pero que nos transmita la misma fuerza y encanto con los que se dio a conocer.