Hace un par de semanas una buena amiga me recomendó el libro "Caperucita en Manhattan", redactado por la prolífca y genial escritora Carmen Martín Gaite. Con las expectativas muy altas, comencé a sumergirme en el mundo de la pequeña Sara Allen quien, de la mano de la imaginación y la pasión por viajar a través de la lectura, me consiguió emocionar con sus pensamientos sobre la vida y sus ansias por la Libertad y la aventura.
Sara Allen vive con sus padres en Brooklyn, pero ella no es feliz allí. Se siente sola, encerrada todo el día entre cuatro paredes, y agobiada por su madre, quien jamás se separa de su hija cuando salen de casa. Los únicos respiros de Sara son dos.
Por un lado, los interesantes libros y regalos que le enviaba cuando era pequeña el novio de su abuela, Aurelio, con los que aprendió a viajar a través de su imaginación a lugares hermosos y lejanos, donde ella era la reina. Además, a raíz de los libros de Aurelio, Sara hasta se inventó su propio lenguaje, las farfanías, que eran palabras sinsentido que expresaban diferentes sentimientos que ella no podía explicar, como la sensación de que iba a pasar algo diferente, llamada, para ella, "miranfú".
Por otro lado, a la actual Sara de diez años le encanta visitar a su abuela los sábados, quien vive en Morningside, Manhattan, y a la que su madre insiste en alimentar a base de tartas de fresa. La abuela, Rebeca, es una mujer fascinante, aventurera, y valiente, que en su juventud fue conocida por el nombre artístico de Gloria Star, y a la que Sara desea ver algún día cantar mientras llevare puesto el vestido verde de sus antiguos años de esplendor.
Un día, decide escaparse aprovechando la ausencia de sus padres un fin de semana. La pequeña Sara se pierde entonces en el metro, y su salvación llega en forma de la misteriosa miss Lunatic, una anciana que se pasea por las calles de Manhattan con un carrito de bebé, y que dice vivir en la estatua de la Libertad desde el siglo diecinueve. Ambas corren diversas aventuras mientras se conocen en profundidad, y llegan a quererse como si fueran familia. Sara de hecho cree vislumbrar en ella dos caras: la cariñosa miss Lunatic y madame Bartholdi, la bella musa que orienta a Sara en su búsqueda de la ansiada Libertad.
También conoce al señor Wolf, un solitario empresario que ha conseguido crear "Dulce Lobo", el imperio de la repostería. Sin embargo, el millonario Wolf se siente solo, hasta que conoce a Sara, quien le ayuda en sus propósitos de alcanzar sus sueños.
El libro es, sencillamente, magnético. Consigue engancharte desde que abres las tapas coloradas, hasta que las cierras con una lágrima de emoción.
Cada personaje está detalladamente descrito con el propósito de explicar cada una de las caras de la vida de Sara, de la vida de una fantástica niña encerrada en un ambiente que poco o nada tiene que ver con ella. La cara de la desesperación por huir de lo monótono, de la admiración y el cariño por los seres realmente queridos, de la lealtad hacia los amigos, de la empatía al que no es feliz, de la aventura, del riego que conlleva ser libre... de esta forma la brillante Martín Gaite va dando diferentes pinceladas con su habilidosa mano hasta formar su increíble libro lleno de enseñanzas, sucedidas en las calles de la sorprendente ciudad de Nueva York, y escondidas bajo un lenguaje bello e inocente.
Es esta belleza teñida de sencillez a la hora de escribir, lo que permite que sea una lectura para todos los públicos, fácil de entender y preciosa de observar.
Así pues, os recomiendo, sobretodo a los más jóvenes, que deis una oportunidad a "Caperucita en Manhattan", ya que es seguro que os emocionará.